Carta al Alcalde de Madrid

Excmo. Sr. Alcalde-Presidente
D. Alberto Ruiz-Gallardón
Ayuntamiento de Madrid
Plaza de Cibeles 1
28014 Madrid

Madrid a 23 de Marzo de 2009

Estimado y querido Alcalde:

Madrileño después de casi 15 años, siempre he estado muy impresionado y muy elogioso sobre la gestión de este Ayuntamiento y sobre la valía personal de su Alcalde, y esto lo he dicho a aquel a quien quisiera escucharlo.

Sin embargo, tengo una queja y una fuerte sospecha de ilegalidad en lo que se refiere a una de sus Concejalías.

El asunto se refiere a mi empresa consultora UNKEL S. L. y los perjuicios que le ha ocasionado la manera en la que el ayuntamiento de Madrid gestiona la tramitación de las multas de tráfico y en concreto la forma de notificación de las mismas. En concreto se refiere a los expedientes que se están tramitando en la Dirección General de Movilidad con los números 94562702.6 95359776.3 94556937.3 y 95792108.1.

Entre otros casos de multas de tráfico contra esta pequeña empresa mía, aquí me refiero solo a los cuatro expedientes arriba citados, que tienen en común que no se ha practicado la oportuna notificación, o según pretende la Concejalía se ha intentado una notificación a últimas horas de la tarde o en fin de semana, fuera del horario de oficinas de una mercantil. En ningún caso de los que hago referencia, se ha entregado, enviado o dejado un ulterior aviso, aviso que debe ir acompañado de un impreso a rellenar para indicar al conductor responsable. (En todos los casos no era yo el conductor sino un empleado mío)

En estos expedientes lo primero que recibimos fue una notificación por edicto, y por tanto sin posibilidad de identificar al conductor, porque el plazo ya había vencido. En cada caso, esta notificación por edicto impuso, por incumplimiento de la obligación de identificar al conductor responsable, una cantidad de 400 euros. La administración nunca nos envió un impreso utilizable, y cuando identificamos al conductor, por carta de alegaciones enviada sin demora, la concejalía no aceptó nuestro escrito. Mucho peor fue que la administración no aceptó ninguna de nuestras alegaciones posteriores. No hubo respuesta o ni siquiera fueron leídas.

He intentado conseguir una cita con el Concejal o en su caso con el Director General de Movilidad y ni siquiera he recibido respuesta.

En nuestros escritos hemos señalado que la jurisprudencia española (incluido el Tribunal Constitucional, en este sentido sentencias 54/2003, de 24 de marzo, y 145/2004 de 13 de Septiembre, y más recientes del 22 de Octubre de 2007, 25 de Febrero de 2008 y 27 Octubre de 2008, entre otras) prohíbe la imposición de sanciones por edicto, dada la completa indefensión del multado. Sin embargo la concejalía ha seguido por su camino en pleno conocimiento de su ilegalidad lo que, según mis abogados, constituye prevaricación, delito castigado con sanciones penales.

Dado esto y que las multas se elevan a grandes cantidades, he iniciado en otoño del 2008 un procedimiento contencioso administrativo (ref. PA 1093-086, PA 645/2008, PA 647/08), pero el funcionamiento de la justicia es tan lento que la primera cita es en mayo de 2010. Ahora la concejalía ha iniciado un procedimiento de apremio que nos ha forzado a pagar la cantidad entera, a pesar de su evidente ilegalidad y el pendiente trámite judicial.

No soy el único afectado por ese comportamiento del Ayuntamiento, aparentemente habitual, que no esta guiado por la ley sino por afán de recaudación, dejando al ciudadano en estado de múltiple indefensión, y todo esto unido a una justicia que funciona con una lentitud insoportable. El resultado es que el Ayuntamiento puede actuar como le de la gana, sin respeto por la ley ni por el ciudadano.

Me molesta realizar un pleito contra un Ayuntamiento y una ciudad en la que me encuentro tan a gusto. La finalidad de esta carta es solicitar que Vd. en su potestad de Alcalde, anule estas sanciones, y así mis abogados retirarían el pleito ante la jurisdicción contenciosa y también nos abstendríamos de ejercitar otras acciones judiciales.

En este penoso asunto cuento con su comprensión pero también con su criterio de fino jurista, que ayudará a reconocer lo injusto y abusivo de esta situación.

Reciba un cordial saludo

Dr. Henning Wegener